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Actualidad economica y sectorial22 de noviembre 2021
Tiempo de lectura: 10 minutos
PorDirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado
Comité editorial Capital Inteligente
Grupo Bancolombia

La economía: un año para poner lo pies en la tierra


A diferencia de la caída de 2020 y el rebote de 2021, cuyas magnitudes han sido históricas, para el próximo año nuestra Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado espera que la economía colombiana avance a una tasa de 3,6%.

Este es un valor que se asemeja más a las lecturas a las que estábamos acostumbrados antes de la pandemia del covid-19. Dicha perspectiva será el resultado de varios factores: los vientos de cola globales serán menos intensos, los estímulos desplegados en la fase inicial de la pandemia seguirán siendo retirados, y el consumo crecerá a un ritmo más sostenible.

Por su parte, los principales desafíos serán la alta inflación tanto mundial como local, los efectos todavía apreciables del estrés en la logística y las cadenas de valor globales, y la incertidumbre política. Ante este panorama, esperamos que en 2022 Colombia mantenga la tradición de estabilidad macroeconómica ya que, sin ella, sería mucho más difícil dejar atrás las secuelas de la pandemia y hacer realidad el progreso inclusivo que todos queremos.

¿Qué se espera a nivel económico para 2022?

A nivel local, se seguirán retirando los estímulos que las autoridades han desplegado para mitigar las afectaciones
socioeconómicas que trajo la emergencia sanitaria, sobre todo desde el frente monetario. Además, luego de jalonar la demanda agregada con fuerza en meses recientes, el consumo privado tenderá a suavizarse.

Volver a experimentar crecimientos de un dígito puede frustrar las aspiraciones de avance acelerado de muchos. Sin embargo, esto también puede traer consigo beneficios que, si bien no son claros a primera vista, resultan determinantes en el mediano plazo.

Entre ellos está evitar que se consoliden desequilibrios que puedan atentar contra la estabilidad económica y financiera. Asimismo, el desempeño de los sectores productivos será más equilibrado, ya que las actividades que más se afectaron por las restricciones sanitarias ganarán buena parte del terreno que perdieron.

La creación de nuevos puestos de trabajo continuará, y esto permitirá que el desempleo tenga reducciones adicionales. Sin
embargo, que nos aprestemos a poner los pies en la tierra no implica que estemos exentos de riesgos. Por el contrario,
seguiremos viviendo tiempos inusualmente inciertos, debido a varios motivos. Para empezar, la pandemia no ha finalizado, y
no se pueden descartar nuevas olas de contagio que afecten la economía.

A esto se suman los riesgos provenientes del exterior. En particular, el aumento de los precios como resultado de una
coincidencia inusual de choques y de cambios de oferta y demanda inducidos por la pandemia ha dado al traste con la tendencia de baja inflación que imperó en el mundo desarrollado después de la crisis de 2008.

Independientemente de si es pasajera o no, esta dinámica inflacionaria limitará la posibilidad de extender la amplia liquidez que ha suministrado desde 2020 la Reserva Federal, y de la que se han beneficiado de forma indirecta las economías emergentes, incluyendo la colombiana.

Otro elemento para considerar es que el estrés en la logística y en las cadenas de valor globales ha traído consigo escasez y aumentos de precios de insumos, así como de bienes de consumo y de capital. Este es un desafío especialmente notorio para la inversión privada, ya que pude conducir a una baja disponibilidad de maquinaria y de equipo productivo y de transporte.

En el ámbito interno, el mayor reto que enfrentará la economía en 2022 viene por cuenta de la política. En efecto, el intenso calendario electoral del primer semestre puede llevar a que en ese periodo se pospongan decisiones de gasto, sobre todo en bienes durables, y de inversión.

Además, la inquietud por el rumbo de política económica que siga la próxima administración puede condicionar el desempeño del próximo año. La evidencia empírica es clara en señalar que los regímenes populistas, sin importar su orientación específica, exhiben resultados económicos desfavorables.

Ante tal perspectiva, asumimos y confiamos en que el siguiente gobierno seguirá la tradición de manejo responsable, la cual ha contribuido a que hayamos avanzado más que la región durante varias décadas.

No podemos perder de vista que, sin estabilidad macroeconómica, sería mucho más difícil dejar atrás las secuelas de la pandemia, así como hacer realidad el progreso inclusivo que todos queremos. Ojalá que poner los pies en la tierra nos permita ver con claridad tanto los riesgos como las oportunidades, y de esta forma tomemos decisiones que promuevan el crecimiento responsable.

Los sectores productivos: hacia un crecimiento sectorial más armónico

Mientras que el impacto inicial de la pandemia fue altamente heterogéneo en 2020, la mayoría de los sectores productivos se preparan para cerrar 2021 en niveles superiores a los observados antes de la llegada del covid-19. De hecho, según nuestros expertos “las actividades que contribuyen con el 85% del PIB total del país habrán recuperado al finalizar este año todo el valor agregado que perdieron en 2020”.

Además, nuestro equipo de investigaciones económicas prevé que el comercio, la minería y la construcción serán los mayores contribuidores al crecimiento de 2022. Esto, además del avance sostenido de otras actividades clave como la industria y la administración pública, llevará a que las brechas entre el desempeño de los sectores económicos se reduzcan.

 

¿Cuáles son las perspectivas para los sectores productivos colombianos en 2022?

Son varios los renglones en donde el desempeño a lo largo del presente año ha sido superior al que preveíamos hace algunos meses. ¿Cuáles son?

Entretenimiento y servicios de hogares: fue uno de los sectores más impactados por las restricciones adoptadas en
los primeros meses de la emergencia sanitaria. Sin embargo, desde que estas medidas fueron revertidas y se
permitió su regreso a operación, su repunte ha sido notorio. Esto refleja el hecho de que, gracias al avance en los
programas de vacunación, la caída de los nuevos casos de covid-19 y la recuperación de los ingresos de los
hogares, los consumidores han incrementado su demanda por servicios de ocio y entretenimiento. Para el próximo
año, el crecimiento de este sector se moderaría, ante la normalización de la vida cotidiana dada la menor incidencia
prevista de la pandemia.

Comunicaciones: se ha beneficiado notablemente del incremento en la demanda por este tipo de servicios. Esto,
como consecuencia del aumento en la digitalización, el teletrabajo y la necesidad de intensificar el contacto virtual
ante las exigencias de distanciamiento social que se han impuesto con el covid-19. A esto se suman los incentivos a
la demanda que se han desplegado desde el gobierno a los hogares de menores ingresos.

 Industria manufacturera: su dinamismo reciente es atribuible a la recuperación de la demanda tanto externa como interna, así como a la buena coyuntura de precios que están experimentando varios productos. Esto ha sido de
especial relevancia en bienes agroindustriales, tales como aceites y grasas, así como en alimentos y bebidas.
También se destaca el dinamismo reciente del sector textil. Para 2022 esperamos que la producción industrial se
mantenga dinámica, teniendo en cuenta que los precios internacionales seguirán en niveles atractivos y que el
crecimiento global será superior al promedio de la década anterior.

Construcción: es de resaltar que su ritmo de avance se ha afectado principalmente por la debilidad en el segmento de obras civiles. Esto ha sido el producto de los altos costos de insumos clave como el acero, las afectaciones
climáticas y el lento avance de los proyectos de infraestructura. En lo que respecta al subsector de edificaciones, si
bien se ha presentado un alto dinamismo en el segmento de VIS, su aporte al PIB ha sido limitado teniendo en
cuenta el relativamente bajo valor agregado que aportan este tipo de unidades residenciales.

Minería: se ha impactado por la caída en la producción de petróleo y carbón que son, de lejos, los productos más
representativos del sector. Sin embargo, anticipamos que estas actividades económicas que han estado más
rezagadas serán las que registrarán las mayores tasas de crecimiento en 2022.

“Tanto para la construcción como para la minería estimamos expansiones de dos dígitos (10,5% y 10,3%,
respectivamente). En total, el año próximo estos dos sectores aportarán 1 pp al crecimiento de 3,6% que
proyectamos para el PIB total”.

Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado

Comercio: al igual que lo que estimamos para este año, en 2022 el comercio será el mayor aportante al crecimiento
agregado de la economía. Esto será el resultado de un crecimiento real de 4% y un aporte de 0,7 pps a la expansión
del PIB. Si bien se trata de cifras más moderadas que las que estimamos para 2021 (19,8% y 3,3 pps,
respectivamente), no habrá otra actividad productiva que logre marcar una diferencia tan determinante como la que
hace el comercio. Tal desempeño esperado está asociado a la evolución favorable del empleo y de los ingresos de
los hogares, la buena dinámica del crédito de consumo y los apoyos a las familias de menores ingresos.

Agricultura: continuaría beneficiada por el buen momento de los precios internacionales, pero se impactaría por la
baja dinámica de productos como el arroz y por los altos costos de los insumos.

Sector público: el inicio del ajuste del déficit fiscal limitará su capacidad de aporte al PIB.

Sector financiero: anticipamos que 2022 será el año en el que consoliden los significativos avances que se
consiguieron durante los últimos meses.

“Que 2022 sea el año de poner los pies sobre la tierra implicará que la alta dispersión sectorial que predominó en la parte más álgida dela crisis del covid-19 dará paso a crecimientos  más conservadores, pero también a un desempeño más armónico. Esto hará que las brechas en el desempeño de los sectores productivos se reduzcan”.

Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado